La UE negocia usar el fondo de rescate de la crisis anterior para lanzar los ‘coronabonos’

  24 Marzo 2020    Leído: 467
La UE negocia usar el fondo de rescate de la crisis anterior para lanzar los ‘coronabonos’

Los ministros de Finanzas dan luz verde a la suspensión temporal de las reglas fiscales.

Europa trata de tender una línea de defensa común frente a la sacudida económica que ya supone la pandemia. La gravedad de la situación hizo posible la unanimidad en una decisión inaudita en cualquier otra situación: los Veintisiete respaldaron la suspensión de facto de las reglas fiscales y las normas en ayudas de Estado. En una semana clave para el euro, con una cumbre virtual de líderes, el Eurogrupo busca ahora la fórmula para activar los hasta 410.000 millones de euros del fondo de rescate europeo (MEDE) para lanzar los coronabonos.

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La UE quiere sacar músculo financiero para afrontar, en palabra de Angela Merkel, el mayor desafío desde la Segunda Guerra Mundial. Los Veintisiete aprobaron que cada país pueda usar toda su artillería. Algunos ni esperaron. Bruselas ha bendecido en tiempo récord los planes de apoyo y liquidez para empresas de Dinamarca, Francia, Alemania y Portugal, así como el de Italia para afrontar la crisis sanitaria.

En una decisión sin precedentes, de La Haya a Roma acordaron dejar en suspenso la disciplina fiscal. “La pandemia de Covid-19 ha provocado un gran shock que ya está teniendo un impacto negativo significativo en la UE”, sostuvieron los Veintisiete en un comunicado conjunto tras un consejo de ministros.

El levantamiento de las normas debe permitir, según el comunicado, adoptar medidas para que ese golpe sea “tan corto y limitado” como sea posible y “no cree un daño permanente” a las economías. Los países del norte dejaron también su sello al recordar que esos planes deben servir también para preservar “la sostenibilidad de las finanzas públicas a medio plazo”. “Los países miembros ahora pueden usar toda la flexibilidad fiscal que necesiten para responder a la crisis”, sostuvo Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión Europea.

Pero querer no es poder. Italia, pero también España, afronta una colosal emergencia sanitaria en una situación financiera delicada. La deuda italiana superaba el 135% del PIB antes del brote. Los analistas de Capital Economics estiman que este año puede volar hasta el 160% del PIB. El programa de compras de emergencia del Banco Central Europeo (BCE) por 750.000 millones de euros ha permitido rebajar el coste de su deuda, pero no es suficiente.

Los ministros también se comprometieron a actuar conjuntamente. Con muchos matices: cuando toque, de forma oportuna, temporal y acotada y con medidas diseñadas por los países miembros. Los titulares de Finanzas seguían negociando anoche una fórmula para tender esa red de seguridad que requerirán varios países, no solo Italia.

Todas las opciones seguían sobre la mesa, también eurobonos emitidos por el MEDE, el Banco Europeo de Inversión (BEI) o la propia Comisión Europea a través de su presupuesto. Sin embargo, se abría paso la vía de los préstamos del MEDE. El fondo de rescate tiene una capacidad de 410.000 millones, equivalentes al 3,4% del PIB de la zona euro. Fuentes francesas daban este lunes por hecho que el instrumento final será el MEDE a través de la movilización de una línea de crédito. Sin embargo, estas fuentes explicaron que aún quedan varios detalles por cerrar: si estará disponible para todos los países o solo algunos, las condiciones que implicará acceder a los préstamos y si, a largo plazo, la UE debe dar el paso de emitir deuda común en forma de eurobonos.

Italia busca una solución para el conjunto de la zona euro o extensible a varios países que no estigmatice al país ni imponga las condiciones de un plan de rescate. España y Francia están también en esa línea, mientras que Alemania y Holanda eran partidarias de usar el MEDE, pero a través de los tradicionales programas de rescate. En caso de que los países fracasan en esos intentos, según fuentes comunitarias, la solución podría pasar por líneas de préstamos orientadas a solo fines sanitarios.

Un grupo de economistas de prestigio —entre otros, Jean Pisani-Ferry (Bruegel), Ramon Marimon (Instituto Universitario Europeo), Clemens Fuest (Ifo), Philippe Martin (asesor de Macron) o Marcel Fratzscher (del consejo de Merkel)— publicaron una propuesta para crear una nueva línea de crédito dentro del MEDE, de larga duración cuyos recursos se dirigieran a los países que más sufran la pandemia. Si bien ven con buenos ojos la propuesta de los eurobonos, también son conscientes de que la urgencia no da margen a esa opción.

La crisis ha generado, sin embargo, la máxima prudencia entre los ministros de Finanzas de la zona euro, que se han convertido en el elemento más conservador dentro de sus Gobiernos. Por ello, en Bruselas no se descarta que dejen el empuje final del plan para que lo rematen sus jefes en la cumbre virtual del jueves. Para más adelante quedarán planteamientos como el Plan Marshall que pidió el presidente Pedro Sánchez o el fondo de desempleo, en cuyo diseño trabaja la Comisión. “El Ecofin ha confirmado nuestro compromiso de tomar todas las medidas necesarias para lidiar con la epidemia de coronavirus, incluyendo sus consecuencias económicas y el relanzamiento de la economía europea”, dijo Dombrovskis.

elpais


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