The Korea Post publicó el artículo titulado "Genocidio cometido contra los azerbaiyanos en medio de la guerra agresiva de Armenia contra Azerbaiyán".

El artículo dice: "El genocidio de Joyalí es el crimen más grave de genocidio cometido contra el pueblo azerbaiyano pacífico en el curso de la guerra agresiva de Armenia contra Azerbaiyán". La ciudad de Joyalí está situada en la región de Nagorno-Karabaj de Azerbaiyán. La importancia estratégica de Joyalí está relacionada con su ubicación en el cruce de las principales carreteras de la región, así como con el hecho de que el único aeropuerto de la región de Nagorno-Karabaj también está situado aquí. En la segunda mitad de febrero de 1992, Joyalí estaba sometida a un asedio total por parte de unidades militares armenias y se impidió todo intento de los civiles locales de romper el asedio.

En la noche del 25 al 26 de febrero de 1992, en violación de todas las normas jurídicas internacionales, las fuerzas armadas armenias atacaron a la población civil de la ciudad sitiada de Joyalí con equipo militar pesado, matándola con una brutalidad sin precedentes y arrasando la ciudad. Como resultado de los crímenes cometidos no sólo contra el pueblo de Azerbaiyán, sino contra la humanidad, 613 civiles, incluidos 63 niños, 106 mujeres y 70 ancianos, fueron brutalmente asesinados por motivos de identidad nacional.

Los habitantes de Joyalí fueron decapitados, se les arrancaron los ojos, se les despellejó y se les quemó vivos. Los que trataron de huir fueron asesinados con una brutalidad particular por las tropas armenias que les tendieron una emboscada en los caminos y los bosques.

El genocidio de Joyalí fue organizado por los dirigentes políticos y estatales de la República de Armenia y fue llevado a cabo por las fuerzas armadas armenias, los grupos terroristas armenios de Nagorno-Karabaj y el ejército de la antigua URSS desplegado en Jankandi.

A diferencia de los nazis que trataron de ocultar sus crímenes, los perpetradores del genocidio de Joyalí justificaron y se jactaron de sus bárbaros actos criminales contra los civiles azerbaiyanos. Las palabras del ex presidente de Armenia, Serzh Sargsián, que participó directamente en la matanza, lo dicen todo: "Antes de Joyalí, los azerbaiyanos pensaban que los armenios eran personas que no podían levantar la mano contra la población civil. Fuimos capaces de romper ese estereotipo".

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ƏTRAFLI
VESTEL
En aquellos días, los medios de comunicación extranjeros como "Sunday Times", "Financial Times", "Times", "Izvestiya", "Le Monde", "Crual L'Eveneman" publicaban artículos sobre escenas horrorosas presenciadas en Joyalí. Uno de ellos, el periódico "Times" escribía el 4 de marzo de 1992: ... "Muchas personas fueron mutiladas, y sólo quedó la cabeza de una niña pequeña".

Desde 1994, el Parlamento de la República de Azerbaiyán ha declarado el 26 de febrero como el Día del Genocidio de Joyalí. Todos los años, a las 17.00 horas del 26 de febrero, la población de Azerbaiyán honra la memoria de las víctimas de Joyalí en un minuto de silencio.

La naturaleza y la gravedad de los crímenes cometidos en la ciudad de Joyalí se ajustan plenamente a la definición de la palabra genocidio, como se indica en la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, aprobada el 9 de diciembre de 1948 en virtud de la resolución 260 (III) de la Asamblea General de las Naciones Unidas. La matanza premeditada en este territorio se cometió con la intención de aniquilar a los residentes por el mero hecho de ser azerbaiyanos.

Joyalí no difiere de otras horribles tragedias de Katyn, Lidice, Oradour-sur-Glane, el Holocausto, Songmy, Ruanda y Srebrenica, que permanecen en la historia como cicatrices profundas y vergonzosas.

Mientras tanto, la Campaña Internacional de Sensibilización "Justicia para Joyalí ", que se lleva a cabo en muchos países y ciudades, desempeña un papel importante en el reconocimiento de la tragedia de Joyalí como un acto de genocidio en el mundo.

Además de varias organizaciones internacionales, los Parlamentos de México, Colombia, el Perú, el Pakistán, Bosnia y Herzegovina, Rumania, la República Checa, el Sudán, Jordania, Honduras, Guatemala, Panamá, Eslovenia, Yibuti y el Paraguay ya reconocieron la matanza de Joyalí de conformidad con las normas jurídicas internacionales.

Además, los órganos legislativos de 22 Estados de los Estados Unidos, entre ellos Massachusetts, Texas, Nueva Jersey, Maine, Nuevo México, Arkansas, Georgia, Oklahoma, Tennessee, Pensilvania, Connecticut, Florida, Misisipí, Virginia Occidental, Indiana, Utah, Nebraska, Hawai, Montana, Arizona, Idaho y Nevada han aprobado las resoluciones pertinentes.

En vísperas del 28º aniversario del Genocidio de Joyalí, instamos una vez más a todos los Estados y organizaciones internacionales a que reconozcan este acto de genocidio en nombre de la justicia, y a que consoliden e intensifiquen los esfuerzos para castigar a sus autores".

 

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