AZERTAC reporta que el artículo reza:

“Cuando Tural Ganjaliyev tenía apenas 12 años, él y toda su familia fueron expulsados por la fuerza del único hogar que habían conocido por las tropas invasoras armenias.

Ganjaliyev y su familia se encontraban entre los 800.000 azerbaiyanos (casi la mitad de los cuales eran niños) que fueron brutalmente desalojados de sus casas y tierras por las fuerzas armenias respaldadas por Rusia en la agresiva e ilegal apropiación de tierras históricamente azerbaiyanas por parte de Ereván, es decir, Nargorno-Karabaj y siete distritos adyacentes a partir del año 1991.

Sin embargo, aunque Ganjaliyev y su familia perdieron todo lo que poseían y se vieron obligados a vivir durante los años siguientes en tiendas de campaña y refugios temporales, se encontraban entre las afortunadas víctimas de la brutal invasión armenia de Azerbaiyán. Sobrevivieron.

No puede decirse lo mismo de los casi 1.400 civiles desarmados de Karabaj que son brutalmente violados, asesinados, mutilados por los invasores armenios, lo que desde entonces ha llegado a ser reconocido por la mayoría de la comunidad internacional como un acto de depuración étnica de los azerbaiyanos de la región de 16.000 kilómetros cuadrados anteriormente calculada.

Tras la violenta invasión armenia de Karabaj, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó en 1993 cuatro resoluciones separadas en las que condenaba la matanza y la expulsión de los azerbaiyanos de su patria legal y exigía la retirada inmediata, completa e incondicional de las fuerzas armadas armenias de la región.

Hasta la fecha, los armenios se han negado a ceder y han seguido ocupando y explotando ilegalmente Karabaj, saqueando lo que queda de las aldeas azerbaiyanas, quemando campos fértiles que alimentaban a gran parte de la población azerbaiyana, y extrayendo el oro y otros recursos minerales de la tierra.

Actualmente, Azerbaiyán tiene la mayor población de refugiados per cápita del mundo (más de 1 millón, incluidos 250.000 azerbaiyanos expulsados de Armenia), y todo el 20 por ciento de su territorio nacional sigue ocupado por fuerzas armenias.

A pesar de las resoluciones aprobadas por ONU, la mayoría de las potencias exteriores prefieren mantener un statu quo político. Bakú ha mantenido en general un enfoque de no agresión y de negociación para encontrar una solución pacífica.

Durante decenios, Bakú ha exigido a Ereván que se retire de Karabaj y cumpla con el derecho internacional, respetando la integridad territorial de Azerbaiyán.

Bakú ha ofrecido a Armenia incentivos como el acceso a fuentes de energía muy necesarias (Azerbaiyán es rico en petróleo y gas natural; Armenia no lo es) y la participación en proyectos de infraestructura que permitirían el acceso por carretera tanto al mundo oriental como al occidental.

Pero el domingo 9 de febrero el pueblo de Azerbaiyán votó en un nuevo y progresista Milli Majlis (asamblea general) de 125 legisladores que han prometido poner fin, de una vez por todas, a la ocupación armenia de Nargorno-Karabaj.

Y entre los nuevos legisladores se encuentra Tural Ganjaliyev, ese joven que, casi 30 años antes, huyó de las tropas invasoras armenias con su familia en medio de la noche, aterrorizado y con un futuro incierto.

Elegido con una mayoría del 56,7% como candidato independiente frente a otros ocho candidatos (incluido uno del partido gobernante, el Partido de Nueva Azerbaiyán) para representar a unos 17.000 miembros de la comunidad de Nargorno-Karabaj, Ganjaliyev es muy consciente de que la recuperación de los territorios ocupados de la región de Karabaj será su mandato más importante.

"El pueblo de la región de Karabaj, los refugiados, están cansados de esperar el regreso a su patria", dijo Ganjaliyev a Pulse News México, después de que se anunciara tentativamente su victoria en las urnas.

"Muchos han perdido la paciencia y muchos creen que nunca volverán a ver los hogares de sus familias".

Entonces, ¿cuál es el plan de Ganjaliyev para conseguir que los armenios se retiren de Karabaj?

"Por supuesto, las negociaciones siempre serán nuestro primer acercamiento", dijo.

"Estamos abiertos a cualquier conversación con Armenia, y queremos que el pueblo de etnia armenia que vive en la región de Karabaj entienda que no tenemos intenciones de expulsarlos. Queremos vivir pacíficamente con ellos, como lo hicimos durante siglos antes de la ocupación."

Pero si se llega a la presión, Ganjaliyev dijo que la idea de tomar una acción militar para forzar a los armenios a salir de los territorios azerbaiyanos ocupados era una opción.

"Haremos lo que tengamos que hacer para recuperar nuestra tierra", dijo.

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