Chile deja de ser un destino que atrae a los inmigrantes en América Latina

  28 Enero 2020    Leído: 860
Chile deja de ser un destino que atrae a los inmigrantes en América Latina

En 2019 bajó un 85% las solicitudes de visas de trabajo y se registró una salida masiva de venezolanos, bolivianos y haitianos del país.

Aunque en la última década llegaron a Chile casi dos millones de inmigrantes provenientes de países como Bolivia, Perú y Colombia, en búsqueda de un mejor futuro y de la estabilidad financiera que brindaba el país más rico del continente, en el último año se redujo drásticamente la llegada de trabajadores extranjeros.

Según cifras oficiales, el flujo migratorio neto pasó de 432.762 en 2018 a 314.815 en 2019, una caída que se explica por la salida de casi 63.600 venezolanos, 26.000 bolivianos, y la migración prácticamente cero de ciudadanos haitianos, que en 2017 se habían convertido en la tercera colonia más grande de inmigrantes en Chile.

El vocero de la comunidad haitiana en Chile, William Pierre, asegura que las protestas, que se desataron desde el mes de octubre, fueron la causa de que un porcentaje muy alto de inmigrantes de su país fueran despedidos de sus trabajos y se vieran obligados a salir por pasos no habilitados buscando la forma de llegar hasta Estados Unidos.

Con una tasa de desempleo que llegó en los últimos meses a 6,9%, los inmigrantes que llegan en búsqueda de trabajo han visto reducidas sus posibilidades de ingresar al mercado chileno. “Los inmigrantes son los que pueden llegar a tener una presión laboral o un clima de inclusión más desfavorable con respecto a épocas de mayor bonanza”, aseguró el director del Departamento de Extranjería y Migración, Álvaro Bellolio al diario local La Tercera.

Bellolio indicó que en los meses de septiembre, octubre y noviembre del año pasado, meses que coinciden con las multitudinarias protestas contra el actual gobierno, las solicitudes de visas laborales cayeron un 85%. Una cifra que para Valeria Valles, una venezolana que está en el país desde el 2017, refleja el cambio de percepción que se tenía de Chile, como un país estable que podía brindar las oportunidades que negaban los países de origen.

Sin embargo, las manifestaciones no son el único factor que ha influido en la llegada de inmigrantes a Chile. En los últimos dos años el gobierno de Sebastián Piñera ha implementado una nueva ley que busca frenar la migración masiva. Algo que, según un informe del Servicio Jesuita a Migrantes, ha disparado la cifra de ciudadanos provenientes de República Dominicana (30%), Cuba (21%) y Venezuela (11%) que llegan al país cruzando pasos no habilitados, ante la imposibilidad de cumplir con los requisitos para acceder a una visa consular.

Para la directora de la Clínica Jurídica de Migrantes, Macarena Rodríguez, una familia que tome una decisión de salir de su país por lo que está ocurriendo con las protestas no se va a quedar en la frontera, ni con la primera respuesta que le entregue la autoridad fronteriza o policial. “A diferencia de los que ingresan de manera regular, con una visa de turista que sí pueden extender su estadía y regularizar su permanencia, quienes lo hacen de manera irregular, no lo pueden hacer”, señaló a la Agencia Anadolu.

La crisis social, sumada al endurecimiento de las leyes migratorias, ha hecho que los inmigrantes de América Latina que llegaron a Chile desde 2010 en búsqueda de oportunidades laborales y atraídos por la bonanza económica, empiecen a poner su vista en Estados Unidos y Europa como nuevos destinos. AA


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