AzVision informa que el fotógrafo azerbaiyano, quien nació en Azerbaiyán, subrayó que no se olvidaba de Bakú. Boris Dobin es un testigo vivo de la tragedia del 20 de enero.

El Sr. Dobin, actual miembro de la Asociación israelí-azerbaiyana recuerda estos días: "En enero de 1990, vine de Israel a Bakú. Aunque la situación era difícil, la vida continuaba. Fui al hotel "Inturist" con mis amigos por la noche. Pero a las 10 de la noche de repente se hizo el silencio. La televisión y la radio fueron silenciadas. Esto fue algo extraño para nosotros, y nos fuimos a casa tras despedirse de los amigos. Cuando llegué a mi apartamento situado en la avenida de "Moscú", empezaron a escucharse disparos en la ciudad".

El fotógrafo dijo que al recordar la tragedia se conmociona: "El jefe del departamento me llamó y me dijo que deberíamos caminar por las calles para aclarar el daño a la infraestructura de la ciudad. Las imágenes eran terribles. Los tanques invadieron las calles de Bakú. Deliberadamente aplastaron los coches que estaban aparcados. Caminar por la calle daba miedo. Las calles estaban llenas de cadáveres. Estaba claro que los soldados habían derribado a los civiles desarmados. La masacre cometida por el ejército en Bakú fue un verdadero fascismo. Es imposible olvidar estos momentos. Después del 20 de enero, nuestra ciudad sumergió en la oscuridad".

B.Dobin dice que los representantes de diferentes nacionalidades en Azerbaiyán siempre han vivido en buenas relaciones de vecindad: "Nací y crecí entre los azerbaiyanos. Hablo el azerbaiyano con fluidez y el dolor de esta nación es mi dolor. Cuando recuerdo aquellos días, creo que los culpables son los "políticos" de aquellos tiempos.

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