Alemania: El parlamento rechaza la donación automática de órganos

  17 Enero 2020    Leído: 833
  Alemania:   El parlamento rechaza la donación automática de órganos

La ley se había diseñado tomando a España como modelo a seguir.

Cerca de diez mil pacientes esperan un órgano en Alemania sin apenas esperanza de salvar su vida. El ministro de Sanidad, Jens Spahn, pretendía revertir de una vez por todas esta situación con una nueva ley que convertía en donantes a todos los alemanes, a través de su seguro médico, a menos que en vida hubieran dejado por escrito expresamente su negativa, una negativa que además sería necesario renovar cada diez años. Pero a pesar de contar teóricamente con la mayoría parlamentaria de la gran coalición, el Bundestag ha rechazado la propuesta.

El proyecto de ley ha logrado solamente el apoyo de 292 parlamentarios, frente a los 379 en contra. «Es un amala noticia, creo yo, no solamente para esos miles de personas que van a perder la vida, que han perdido ya la esperanza de recibir un órgano que les permita seguir viviendo, sino también para todos nosotros, porque el día de mañana cualquiera de nosotros puede verse en esa terrible situación», ha dicho Spahn tras la votación.

La líder de los Verdes, Annalena Baerbock, presentó durante el debate parlamentario una alternativa que consistiría en pedir de forma regular al ciudadano su consentimiento, que sí consiguió la mayoría con 432 a favor. Asimismo están suficientemente garantizados los derechos de los familiares, quienes «en caso de duda», podrán expresar su rechazo. «La disposición a donar órganos debe convertirse en normalidad y quizá debamos tomar este resultado como un primer paso», ha aceptado el ministro.

La votación es sin duda reflejo de la situación en cierto modo caótica por la que está pasando el gobierno Merkel, en tiempo de descuento. Han sido precisamente diputados del partido del ministro los que han negado sus votos a una ley que Sphan había diseñado tomando como modelo a España. «Es en este país en el que debemos fijarnos e inspirarnos, preguntarnos cómo es posible que con la mitad de población de Alemania, los españoles donen año tras año el doble de órganos que los alemanes», justificaba durante el debate.

Trabas burocráticas
Baerbock, sin embargo, se metió en el bolsillo el voto de algunos diputados de la coalición de gobierno con un discurso que consideraba que el auténtico problema para la donación de órganos en Alemania no es la falta de disponibilidad de los ciudadanos, sino lastrabas burocráticasen la práctica hospitalaria. Según la propuesta verde, se preguntará al ciudadano cada diez años, al recoger su documento nacional de identidad renovado, si acepta o no ser donante potencial de órganos. Ha argumentado que la que la fórmula de Spahn, que suponía que cada ciudadano recibiese una tarjeta de donante de su caja de seguro y que quien no desease ser donando debía cumplimentar un proceso de notificación, implicaba un esfuerzo burocrático, además de simplificar excesivamente la decisión ante algo relevante como el proceder con el cuerpo de una persona tras su muerte.

El debate ha sido muy encendido durante los últimos meses y los parlamentarios habían sido liberados de la disciplina de partido, para que cada uno votara según su consciencia. Desde las filas conservadoras de la canciller Merkel, y del ministro Spahn, hubo casi tantas intervenciones a favor como en contra del proyecto de ley. La oposición parlamentaria se mostró también dividida entre la opción del ministro, la surgida de los Verdes o el rechazo a ambas. El socialdemócrata Karl Lauterbach, que coopresentaba el proyecto de Spahn, aportó historias de casos personales cuyas vidas dependen de un transplante que no puede tener lugar debido a la escasez de donaciones y lamentó que la alternativa «no es una panacea» y no podrá resolver todos los problemas pendientes. «Sí queremos una cultura de donación de órganos, es necesario que todos seamos considerados donantes en potencia y que se respete a las personas que explícitamente así lo soliciten», defendió.

En Alemania, la tasa de donación de órganos está en los 9,7 donantes por millón de ciudadanos, frente a los 48 que se registran en España, según datos de 2018. Se estima que unos 9.600 pacientes esperan un transplante de órgano. La Constitución alemana estipula que se respete el derecho de toda persona a la autodeterminación: «El hombre se pertenece a sí mismo, sin que esto pueda ser puesto en cuestión y sin que pueda ser discutido».

abc


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