El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, alertó el domingo que en la actualidad, el Gobierno chino, presidido por Xi Jinping, representa una parte significativa de las exportaciones petroleras de Irán, país objeto de la “campaña de máxima presión” de la Casa Blanca.

“China estará sujeta a sanciones como cualquier otro país” si no deja de importar el petróleo del país persa, advirtió Mnuchin, en declaraciones ofrecidas a la cadena estadounidense de televisión Fox News.

El funcionario estadounidense recordó, además, los embargos ya impuestos por Washington contra algunas compañías navieras chinas involucradas en el transporte del petróleo de Irán, y aseveró que Europa también estaría sujeta a sanciones secundarias.

El canciller iraní, desestimando las sanciones de EE.UU. a petrolero con crudo iraní en el mar Mediterráneo, asegura que Teherán venderá su crudo a quien quiera.

El sector energético de Irán, al igual que muchos otros sectores económicos del país, volvió a ser blanco de los embargos unilaterales norteamericanos después de que Washington abandonara el acuerdo nuclear, de nombre oficial el Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés). 

Pese a los intentos, hasta ahora incumplidos, de EE.UU. por “reducir a cero” los ingresos petroleros de Irán, varios principales clientes del crudo persa, entre ellos China, han prometido en múltiples ocasiones defender sus negocios bilaterales con las compañías iraníes.

Por su parte, las autoridades persas subrayan el fracaso de la “campaña de máxima presión” de la Administración del presidente de EE.UU., Donald Trump, contra Irán y niegan que las sanciones estadounidenses hayan tenido un impacto paralizante en su capacidad para enviar petróleo a sus clientes.

A pesar de las sanciones, no solo no se ha paralizado la industria petrolera de Irán, sino que han aumentado la firma de contratos y la explotación de proyectos, recalcó el pasado octubre el ministro persa de Petróleo, Biyan Namdar Zangane.

HispanTV

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