La policía de Berlín se declara incapaz de hacer cumplir las restricciones al diésel

  04 Diciembre 2019    Leído: 459
La policía de Berlín se declara incapaz de hacer cumplir las restricciones al diésel

«El cuerpo de policía no podría hacer cumplir esa norma ni en toda su vida», asegura el documento, que alega que falta personal, tecnología y protocolos para llevar a cabo esa tarea.

En octubre de 2018, un tribunal de Berlín dictaminó que la capital alemana debía prohibir la circulación de coches diésel en 15 kilómetros de sus calles, al menos los diésel de normas 0 a 5. La nueva normativa debían haber entrado en vigor el pasado 1 de abril, pero se fue retrasando porque hubo que diseñar señales de tráfico, publicar su significado, incluirlas en los nuevos códigos de circulación y material de las autoescuelas… La definitiva entrada en vigor ha tenido lugar ayer lunes, pero a todas luces sin consecuencias efectivas.

Poco después de la hora cero, el sindicato de la policía hacía público un comunicado en el que se declara incapaz de hacer cumplir la nueva normativa. «El cuerpo de policía no podría hacer cumplir esa norma ni en toda su vida», asegura el documento, que alega que falta personal, falta tecnología y faltan protocolos para llevar a cabo esa tarea.

«No podemos vigilar todas las zonas de prohibición y controlarlas regularmente», dice el sindicato policial, quejándose de que se esté encomendando a la policía de Berlín una tarea que no está preparada para llevar a cabo. «Las prohibiciones a los coches diésel no son controlables bajo las condiciones dadas. El sindicato exige la instalación de sistemas de reconocimiento automático de matrículas en los tramos de carretera afectados» y advierte que, mientras tanto, la prohibición no podrá hacerse efectiva.

La asociación ecologista Deutsche Umwelthilfe (DUH), que fue la que presentó la querella en el tribunal, ha respondido que «se pueden llevar a cabo controles aleatorios y multar a los conductores que no cumplan con la normativa diésel en esos tramos», pero la policía deja claro que incluso para controlar aleatoriamente las prohibiciones impuestas por DUH, la policía de Berlín tendría que deducir personal de otras tareas directamente relacionadas con la seguridad de la capital alemana.

Mientras tanto, este martes ha tenido lugar la enésima redada en instalaciones de Volkswagen por agentes de la fiscalía de Braunshweig «en el contexto de investigaciones, que se dirigen contra acusados individuales y se refieren a vehículos diésel con motores del tipo EA 288». La serie de motores VW EA 288 ha sido objeto de interés de los medios en los últimos meses.

Según un informe de la televisión pública Südwestrundfunk, se sospechaba que la empresa instaló dispositivos prohibidos para camuflar en los controles el nivel de emisiones de gases contaminantes. El modelo anterior a ese, «EA 189», estuvo en el centro del escándalo diésel. Se trata del software denominado de «detección de ciclo», que detecta si se está realizando una prueba de gases de tubo escape. Si estas sospechas se confirman, la prohibición berlinesa afectaría a muchos más coches que los 200.000 inicialmente afectados.

«Mi coche es diésel, pero de la normativa 6, así que sí puedo circular. Lo que he hecho es varias copias de la documentación del coche para llevar una siempre encima y poder probarlo», dice Andreas Hellich en la céntrica Friedrichstrasse, una de las calles con tramo prohibido. «Mucha gente sigue circulando igual porque están seguros de que es imposible controlar todo el tráfico que pasa por aquí a diario», afirma en cambio Lothar Meskevich, pero yo he decidido establecer ya una nueva ruta de ida y vuelta al trabajo. El resultado, eso también se lo digo, es que con el rodeo hago unos kilómetros más al día y contamino un poco más que antes».

abc


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