El artículo reza lo siguiente:

"Hoy en día, en un mundo que está cambiando rápidamente y lleno de turbulencias, incluso muchos países desarrollados se enfrentan cada vez más a desafíos y amenazas no estándar y no sistémicos de los tiempos modernos. Cada vez más, podemos observar cómo las bases económicas y políticas de algunos Estados se debilitan y a veces se derrumban. A la luz de todos estos procesos geopolíticos complejos y no sistémicos, es cada vez más necesario reunir a todos los países y hacer una contribución realmente importante que sirva para formar un nuevo valor geopolítico en beneficio del desarrollo humano.

En este contexto, en los últimos 15 años, Azerbaiyán ha hecho una contribución impresionante al desarrollo y la preservación de la estabilidad no sólo en el Cáucaso Meridional, sino también en los países de la región europea.

Nuestro país es el motor de ambiciosos y grandes proyectos de infraestructura de importancia internacional en la región. El gobierno de Azerbaiyán a través de estos proyectos, por así decirlo, está cambiando todo el mapa de infraestructura de toda la región en la actualidad. La participación de Azerbaiyán en la ejecución del proyecto la Franja y la Ruta tiene un carácter polifacético. Como participante principal de este ambicioso proyecto, Azerbaiyán desempeña una función sustantiva y comunicativa. En esta capacidad, nuestro país es un centro geopolítico en el Cáucaso Meridional; no sólo está situado geográficamente en la encrucijada de las rutas "Oeste-Este" y "Norte-Sur", sino que también, como miembro de estructuras geopolíticas, geoeconómicas y geoculturales regionales e internacionales, desempeña una función comunicativa específica en el marco de varios proyectos diseñados para construir puentes entre Occidente y Oriente.

Sin duda, entre estos proyectos, la Franja y la Ruta ocupa un lugar especial. La base de la filosofía de este proyecto es la tesis de que en el mundo actual no existe un país absolutamente independiente - "todos están interconectados con todos". Por lo tanto, la humanidad es un sistema complejo y abierto. Se ha demostrado científicamente que la existencia de cualquier elemento de tales sistemas depende en gran medida de la existencia de otros componentes. Estos "otros" geográficamente pueden estar situados tanto en el barrio como a decenas de miles de kilómetros de distancia. En concreto, el mundo se ha vuelto muy "sensible" en todas las esferas de la vida. Esta tesis tiene lugar tanto a nivel de una sociedad específica como de la humanidad en general.

En el contexto de estos argumentos, encontramos muy interesantes las reflexiones del presidente azerbaiyano Ilham Aliyev sobre el lugar y el papel de Azerbaiyán en el marco del proyecto la Franja y la Ruta en su reciente entrevista con la agencia de noticias Xinhua. Ilham Aliyev subrayó: "Estoy convencido de que la geopolítica está en el centro de los proyectos de transporte que conectan a varios países. Estos proyectos afectan a la situación geopolítica, contribuyen a la estabilidad y previsibilidad y crean interdependencia. Sin vecinos, no podemos convertirnos en un país de tránsito. Es decir, es una cadena de Estados, y estamos situados en el camino que se extiende desde el Este hacia el Oeste y desde el Norte hacia el Sur. Así conectamos continentes y países y construimos un futuro aún más predecible". (1)

Por lo tanto, para el Bakú oficial, la iniciativa la Franja y la Ruta es atractiva en tres aspectos: 1) puede desarrollar la cooperación económica entre países y regiones; 2) puede contribuir significativamente a fortalecer el sistema de seguridad en un amplio espacio geopolítico; 3) también puede servir para fortalecer y estrechar los vínculos interculturales e intercivilizacionales, así como para fomentar los contactos entre las naciones.

En nuestra opinión, en vista de estas tesis, es posible analizar la perspectiva de la cooperación de Azerbaiyán en el marco de este proyecto con los países de las cuencas del Mar Caspio y del Mar Negro. Este tema es relevante a la víspera del segundo Foro de Cooperación Internacional, que estará dedicado al proyecto la Franja y la Ruta. La validez de nuestro enfoque se debe también al hecho de que Azerbaiyán ya tiene una rica experiencia en cooperación con los países del Mar Negro y el Mar Caspio. Hace varios años, en uno de nuestros artículos, abordamos este tema con más detalle. (ver: 2). Allí intentamos analizar el papel de Azerbaiyán en la creación de una nueva arquitectura de seguridad europea en el contexto de la cooperación con los países de la cuenca Mar Negro-Caspio. Señalemos los momentos esenciales, desde nuestro punto de vista, que están en consonancia con el tema de este artículo.

Es sabido que los políticos y analistas occidentales y rusos no consideran las cuencas del Mar Negro y del Caspio por separado. Lo ven como un sistema único que cubre ambas cuencas (ver, por ejemplo: 3 y 4) en todos sus modelos de seguridad (energía también), es decir. Para nosotros, la definición funcional de la noción de "región Mar Negro-Caspio" tiene el siguiente significado: la región que une Oriente y Occidente.

Por consiguiente, la seguridad requiere la formación de una red de "puntos de medición" de la situación en todos los países de la región con un "nudo" organizativo y conceptual. Como muestra la práctica mundial, el camino directo para ello es el establecimiento de medidas de fomento de la confianza entre los Estados, así como la reparación de su plena cooperación.

La cooperación de Azerbaiyán con los países del Mar Negro y el Mar Caspio se basa precisamente en estos principios. Tras la puesta en marcha de la Franja y la Ruta, fue posible aplicar estos principios en un espacio geopolítico y geoeconómico más amplio. En particular, Azerbaiyán, como centro geopolítico y geoeconómico del Cáucaso Meridional, pudo desempeñar el papel de puente entre los participantes en el proyecto la Franja y la Ruta, y esto se expresa específicamente en el establecimiento de relaciones económicas, energéticas y de tránsito entre el Mar Negro y los países del Caspio.

Esta cuestión ha cobrado aún más relevancia después de que los países europeos se unieran al proyecto la Franja y la Ruta, ya que China y algunos países de la UE ya han firmado documentos sobre la cooperación en el marco de este proyecto. El 27 de agosto de 2018, los ministros de Relaciones Exteriores de Grecia, Nikos Kotzias, y de China, Wang Yi, firmaron un memorando de cooperación en el marco de la iniciativa "la Franja y la Ruta". Y el 5 de diciembre del mismo año, se firmó un documento similar entre Portugal y China. El documento fue aprobado en presencia del presidente chino Xi Jinping y del presidente portugués Dinesh Joseph D'Souza. El 23 de marzo de 2019, el viceprimer ministro de Italia y el ministro de Asuntos Exteriores de la República Popular China firmaron un memorando de cooperación en el marco del proyecto “la Franja y la Ruta”. Por último, Suiza y la República Popular China ya han firmado un documento similar. La declaración del Ministerio de Economía y Finanzas suizo hace hincapié en que la promoción de la cooperación comercial, la inversión y la financiación de proyectos en los terceros países a lo largo de la Franja y la Ruta, de conformidad con los principios básicos de la cooperación y en el marco de las normas internacionales y la legislación de los respectivos países, es el principal objetivo de la firma de este documento. Así, cuatro países de la UE y del Espacio Schengen ya están empezando a participar en el proyecto "la Franja y la Ruta".

Estos nuevos hechos actualizan aún más la creación de un único sistema energético transitorio, geoeconómico, a lo largo de la franja geopolítica Asia-Cáucaso-Europa. Y aquí Azerbaiyán, como centro geopolítico del Cáucaso Meridional, desempeña un papel especial en el proceso de integración de los países del Mar Negro y el Mar Caspio. ¿Por qué precisamente Azerbaiyán? Porque, en primer lugar, Azerbaiyán no es sólo uno de los principales participantes en el proyecto: hay otros 63 países, los principales participantes). En segundo lugar, Azerbaiyán es el iniciador de varios megaproyectos energéticos de importancia internacional, como "Bakú-Tiflis-Ceyhan", "Bakú-Tiflis-Kars", TAP, TANAP, etc., en cuyo marco se ha creado un grupo de cooperación internacional con varios miembros de la UE, incluida Italia.

Estamos seguros de que con un enfoque razonable y objetivo de este problema, todos los participantes del proyecto la Franja y la Ruta se beneficiarán. En ese caso, principios como la percepción mutua, la interacción, la cooperación y el codesarrollo armonioso aportarán una ventaja especial a la cuenca del Mar Negro y el Mar Caspio. Y Azerbaiyán, un país estable con riesgos de inversión mínimos en una región que cambia rápidamente, desempeñará un papel aún más activo a lo largo de las rutas Este-Oeste y Norte-Sur, donde el principio fundamental de trabajo es la cooperación mutuamente beneficiosa, fácil y completa de todos los países".

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