a jugarse un Clásico que se aplazó por los disturbios en Barcelona. LaLiga quería en un inicio que el partido se jugara en un horario más propicio para el mercado asiático y proponía que se disputara a las 13:00 horas o, a las malas, a las 17:00 horas. Además, argumentaba que si el partido se jugaba a las 20h o a las 21h, chocaría con los encuentros de Copa del Rey y la semifinal del Liverpool en el Mundial de Clubes (20:30 horas).

Sin embargo, a la hora de establecer el horario final (competencia que le corresponde exclusivamente a LaLiga) se han primado los intereses del público español. El 18 de diciembre, miércoles, es día laborable y sería un factor que perjudicaría tanto a los asistentes al Camp Nou como a todo aquel que quisiera seguir el encuentro por las televisiones españolas.

Tensión entre todas las partes
La tensión por el aplazamiento de El Clásico ha sido máxima entre todas las partes: LaLiga, RFEF y los clubes. El organismo presidido por Javier Tebas no quería que el partido se disputara el 18-D, pero Competición atendió el acuerdo alcanzado entre Barcelona y Real Madrid y fijó finalmente dicha fecha.

La seguridad también ha primado a la hora de fijar el encuentro a las 20:00 horas. Se espera que las protestas se maximicen respecto a lo esperado el 26-O ante todo el foco mediático al que se ha expuesto el partido por su aplazamiento y un encuentro a las 13 o  a las 17 suponía un riesgo mayor, además de lo que supondría para la movilidad en la ciudad condal.

elespanol

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