Las autoridades estadounidenses detuvieron a 972 000 inmigrantes indocumentados en la frontera con México durante el año fiscal 2019 –que va de octubre de 2018 a septiembre 2019–, según ha informado este martes el jefe la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) de EE.UU., Mark Morgan.

“Hubo cerca de un millón de detenciones en el año fiscal 2019, esto es, un abrumador 88 % más alto que las acciones de 2018. Esos son números que ningún sistema migratorio del mundo está preparado para manejar”, ha indicado Morgan en declaraciones ofrecidas en una rueda de prensa en la Casa Blanca.

Esta cifra representa la más alta de los últimos años y marca un récord desde 2007. Se atribuye, en parte, a un pico de detenciones de inmigrantes procedentes de Centroamérica que llegaron a la frontera con México durante los meses de primavera, de acuerdo con los datos de CBP.

Este año, la mayoría de las detenciones fueron de padres centroamericanos con sus hijos, muchos de los cuales manifestaron temor de regresar a sus países e intentaron pedir asilo en EE.UU., ha precisado Morgan.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha adoptado un enfoque de línea dura con respecto a la inmigración, tanto legal como ilegal. Ha impulsado reformas de la legislación en materia migratoria y ordenado a las autoridades que lleven a cabo deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados.

El Gobierno de Trump es fuertemente criticado dentro y fuera de EE.UU. por su política de “tolerancia cero” hacia la inmigración irregular, que ha provocado, entre otras calamidades, la separación de las familias sin papeles en la frontera con México y la muerte de miles de personas, la mayoría niños y mujeres.

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