Las autoridades de la ciudad japonesa de Urasoe, en la prefectura de Okinawa, recomendaron evacuar a unas 115.000 personas debido al gran peligro de deslizamientos de tierra por fuertes lluvias, informó la televisión NHK.
En la actualidad muchas zonas de Japón viven la temporada de las "lluvias de ciruelas".
Además, según los meteorólogos del país, en el Pacífico ha surgido una zona de baja presión que puede convertirse en un tifón.
Las lluvias que azotaron el sur y el suroeste del país podrían ser un precursor del fenómeno.
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