Los ataques contra escuelas durante los cuatro primeros meses de 2019 en el este de Ucrania, sumido en un conflicto desde hace cinco años, se han multiplicado por cuatro con respecto al mismo periodo del año anterior, traumatizando a los niños y aumentando el riesgo de que mueran o resulten heridos, ha denunciado el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).

En concreto, hasta abril se contabilizaron doce ataques contra escuelas, frente a los tres registrados en los cuatro primeros meses de 2018. El "preocupante" aumento, según UNICEF, solo es comparable con el registrado en 2017, cuando hubo más de 40 ataques contra escuelas.

La directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, ha denunciado que "los niños en edad escolar sufren las secuelas mentales y físicas del conflicto en el este de Ucrania". "La vida cotidiana en la escuela se ve perturbada por los bombardeos y los tiroteos, que obligan a los niños a refugiarse en los sótanos de las escuelas y en los refugios antiaéreos subterráneos. En muchos casos, los niños están demasiado aterrorizados como para aprender", ha subrayado.

Desde que el conflicto que enfrenta al Gobierno ucraniano con los separatistas prorrusos apoyados por Moscú comenzó en la primavera de 2014, más de 750 instalaciones educativas a ambos lados de la línea de contacto han sido dañadas o destruidas debido a las hostilidades.

Según denuncia UNICEF, la proximidad de los emplazamientos, bases e instalaciones de almacenamiento militares, así como de los puestos de control de seguridad, pone en grave peligro a los escolares de ambos lados. Además, las minas y los restos explosivos de guerra amenazan la seguridad de los niños y les provocan traumas y angustia emocional.

"Las aulas destruidas rodeadas de sacos de arena para proteger a los niños de las balas perdidas no son un lugar en el que aprender. Todas las partes en el conflicto deben proteger las escuelas y mantener a los niños a salvo", ha sostenido Fore.

En este sentido, la agencia de la ONU ha pedido que se ponga fin de inmediato a los combates y que se proteja a los niños en todo momento, además de instar a todos los gobiernos, entre ellos el de Ucrania, a que respalden la Declaración sobre la seguridad en las escuelas, un compromiso político intergubernamental dirigido a tomar medidas concretas para proteger a los estudiantes, los educadores y las instalaciones educativas de los ataques deliberados e indiscriminados durante conflictos armados.

Entre las actividades de UNICEF en el este de Ucrania figura ofrecer asesoramiento, apoyo psicosocial e información sobre los riesgos de las minas a cientos de miles de niños, jóvenes y cuidadores afectados por el conflicto.

Asimismo, presta apoyo a las instalaciones educativas para ayudarles a reparar las escuelas y los jardines de infancia dañados, y para que puedan reemplazar los materiales escolares, entre ellos los materiales didácticos, el mobiliario y los equipos deportivos.

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