Según ha revelado este lunes la cadena catarí Al Jazeera, las nuevas evidencias muestran que partes del cuerpo del periodista disidente saudí, Jamal Khashoggi fueron quemados en un horno construido meses antes del crimen en la casa del cónsul saudí en la ciudad de Estambul (en Turquía), por Muhamad al-Otaibi.

Las investigaciones realizadas han mostrado que el horno había sido vigilado durante tres días después de que las bolsas con partes del cuerpo de Khashoggi fueron trasladadas a la casa del cónsul saudí.

También han revelado sobre la compra de docenas de kilogramos de carne por funcionarios del consulado para cubrir el proceso de quemar las partes del cuerpo del periodista en el horno, y han informado además sobre la sangre de Khashoggi, encontrada en las paredes de la oficina del cónsul saudí.

De acuerdo con las declaraciones del trabajador que edificó el horno y registró su testimonio, el horno se construyó de acuerdo con las características especificadas directamente por el cónsul saudí, así que tiene una gran profundidad y es capaz de fundir metales y de soportar temperaturas superiores a 1000 grados centígrados .

El columnista de The Washington Post, crítico de la monarquía árabe, fue asesinado el pasado 2 de octubre en el consulado saudí en Estambul.

Hay muchos indicios de que el crimen se cometió por orden del príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman. Además, un nuevo informe ha revelado que el príncipe heredero dijo en 2017 que usaría “una bala” contra Khashoggi, si este no dejaba de criticar a la monarquía.

El caso desató una ola de críticas a nivel internacional contra Riad, diferentes países demandaron una investigación transparente para aclarar lo ocurrido. La delegación de las Naciones Unidas en Turquía también ha culpado a Bin Salman del asesinato de Khashoggi.

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