Según informó el jueves Meritxell Relano, la representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Yemen, al menos 500 000 niños yemeníes han tenido que abandonar sus hogares en los últimos meses y casi la totalidad de estos han perdido la oportunidad para disponer de una educación adecuada.

“Estamos perdiendo a una generación entera. Muchos niños están perdiendo el chance de recibir educación y su desplazamiento está empeorando esta situación”, dijo Relano en un comunicado difundido sobre el tema.

Del mismo modo advirtió que estos niños, que en su mayoría son de la provincia de Al-Hudayda, objeto de grandes ofensivas lideradas por Arabia Saudí, no serán capaces de encontrar trabajos sin recibir la educación adecuada, por lo que les espera un mal futuro.

También recordó que muchos de estos niños tienen que vivir en campamentos y comunidades superpoblados donde los estándares de sanidad son muy bajos y se consigue alimentos con suma dificultad, por lo que están susceptibles a muchas enfermedades y problemas de salud.

Desde marzo de 2015, el régimen saudí y sus aliados llevan a cabo una brutal campaña militar contra Yemen, utilizando varios tipos de armas, incluidas las prohibidas, con el objetivo de restaurar en el poder al expresidente fugitivo yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi, y hacer frente al movimiento popular yemení Ansarolá.

El conflicto de Yemen, de acuerdo con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), ha ocasionado “la mayor crisis humanitaria del mundo”, donde hay unos 22 millones de personas que necesitan ayuda para sobrevivir y varios otros millones que padecen una hambruna. Los niños son los que más han sufrido por este conflicto.

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