De ello informó la agencia británica Reuters, citando a tres fuentes cercanas a la corte saudí, según las cuales, decenas de príncipes y primos de las poderosas ramas de los Al Saud quieren ver un cambio en la línea de sucesión.

Las fuentes, sin embargo, aclararon que los príncipes opositores al príncipe heredero Muhamad bin Salman no tomarán una medida para destituirlo mientras siga vivo el rey saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud.

De acuerdo con la información, los príncipes saudíes ya están considerando la posibilidad de que Ahmad bin Abdulaziz Al Saud, hermano del rey y tío de Bin Salman, sea el próximo en tomar posesión del trono.

Ahmad bin Abdulaziz, según reveló un informe anterior, es la opción favorable de los países occidentales, en particular de Estados Unidos y el Reino Unido, para sustituir al actual gobernante de facto de Arabia Saudí.

Con todo, los informantes consideran poco probable que el rey saudí se vuelva contra Bin Salman, su hijo favorito.

De hecho, el monarca árabe respaldó ayer lunes en declaraciones en la Asamblea Consultiva de Arabia Saudí (Shura) a Bin Salman y lo elogió por sus reformas en el país, sin hacer alusión alguna al caso Jamal Khashoggi, periodista saudí asesinado el 2 de octubre en el consulado del país en Turquía. Una muerte que se vincula al príncipe heredero saudí.

Tal como declararon las fuentes citadas por Reuters, el sonado caso del asesinato de Khashoggi y la incertidumbre que lo envuelve sigue desvelando las tensiones latentes en la familia de los Al Saud.

El régimen saudí negó en un principio toda implicación en la desaparición del columnista, pero finalmente y ante las presiones internacionales, rehízo su versión y reconoció que Khashoggi fue “drogado y descuartizado” pero eximió a Bin Salman del asesinato. Amnistía Internacional (AI) restó credibilidad a la pesquisa de la Fiscalía saudí que dio lugar a tal conclusión.

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