“El 61 % de los niños y adolescentes brasileños se ven afectados por la pobreza en sus múltiples dimensiones”, apunta Unicef en el informe divulgado el martes que contempla parámetros diversos para estimar la pobreza.

En el documento “Pobreza en la infancia y en la adolescencia”, el organismo internacional resalta que, al hablar de pobreza, resulta imprescindible observar el conjunto de privaciones de derechos a los que son sometidos los menores en el gigante suramericano.

De hecho, el estudio analiza la renta de los niños y adolescentes y su acceso a seis derechos: educación, información, protección contra el trabajo infantil, vivienda, agua y saneamiento básico.

Los resultados indican que del total de 32 millones de menores brasileños que viven en situación de pobreza (el 61 % del total) unos seis millones se ven afectados únicamente por la pobreza económica, aunque tienen garantizados el resto de los derechos analizados.

La falta de saneamiento básico es uno de los principales problemas y afecta a 13,3 millones de niños y adolescentes, seguido de educación (8,8 millones), agua (7,6 millones), información (6,8 millones), vivienda (5,9 millones) y trabajo infantil (2,5 millones).

De acuerdo con Unicef, los negros sufren más que los blancos, lo que se considera “reflejo de la discriminación racial y la exclusión que muchos niños y muchos adolescentes sufren en Brasil”, especialmente en las zonas rurales.

Además, el estudio destacó que de 2005 a 2015 Brasil redujo la pobreza monetaria de niños y adolescentes en el país, gracias a las políticas sociales de gobiernos como los de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.

Todo esto sucede en un contexto de descontento social que presiona al Gobierno de Michel Temer antes de las elecciones generales de octubre, en las que el mandatario ha renunciado a presentarse, lanzando en su lugar la candidatura de su exministro de Hacienda Henrique Meirelles.

HispanTV.es

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