Funcionarios de la entidad afirmaron que el grupo Dragonfly, al que el DHS y el FBI vinculan a Rusia, hackeó las redes altamente protegidas de las compañías eléctricas locales.

Jonathan Homer, responsable de análisis de los sistemas de seguridad industrial, dijo al diario que los piratas informáticos pudieron cortar el suministro eléctrico.

Rehusó mencionar a empresas concretas, pero enfatizó que se trata de cientos de compañías y no decenas como había trascendido antes.

Homer agregó que algunas compañías aún ignorarían que sus sistemas fueron hackeadas.

Indicó también que los piratas obtuvieron información sobre la estructura de las redes y el tipo de equipos que se utilizan.

El DHS empezó a verificar las informaciones sobre los ciberataques después de que lo advirtiera la firma de seguridad informática Symantec.

Según los datos de esta empresa, el grupo Dragonfly estaría detrás de los ataques que comenzaron en diciembre de 2015 y con nueva fuerza en 2017.

La verificación se realiza en el marco de la investigación de la supuesta interferencia de Moscú en las elecciones presidenciales de 2016 en las que triunfó el republicano Donald Trump.

Rusia rechazó esas acusaciones en reiteradas ocasiones.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó las imputaciones de "absolutamente infundadas". 

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