La protesta fue organizada en medio de unos informes en la prensa sobre la posible expulsión de Assange de la legación donde lleva refugiado desde 2012.

"Sabemos que hubo una enorme presión sobre Ecuador para que renunciase a su compromiso con los Derechos Humanos trocando la libertad de Julian Assange, creemos que es totalmente inaceptable que los Derechos Humanos se sacrifiquen en el altar del provecho político", dijo a Sputink Emmy Butlin, portavoz del grupo en apoyo a Assange WISE Up Action, señalando en particular la presión de EEUU y el Reino Unido sobre el Gobierno ecuatoriano.

Las especulaciones sobre el caso Assange se intensificaron ante la visita del presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, al Reino Unido y España.

Pese a que la Cancillería ecuatoriana anunció en un comunicado que "ni el jefe del Estado ecuatoriano ni su comitiva abordarán en su viaje al Reino Unido y España lo relativo al asilo del señor Assange", hay quienes creen que Moreno, en cambio, hablará sobre el tema con funcionarios británicos y españoles.

Las autoridades ecuatorianas "han insinuado que esta situación no es para siempre y el asilo no es indefinido, le acusaron (a Assange) de inmiscuirse en los asuntos exteriores de Ecuador por los comentarios que hizo sobre España y el independentismo catalán", comentó a esta agencia el activista Jack Wood.

Assange se refugió en la embajada ecuatoriana en Londres en 2012 mientras estaba reclamado por Suecia bajo la acusación por presuntos delitos sexuales.

Aunque desde entonces su caso en Suecia fue clausurado, Assange aún no descarta que le puedan extraditar a EEUU donde es buscado por filtración de miles de documentos clasificados.

En junio, el canciller ecuatoriano, José Valencia, afirmó que el asilo a Assange "no es eterno".

Según los medios, el fundador de WikiLeaks provocó tensión en las relaciones entre Ecuador y España, en particular debido a los tuits del informático que criticaban la actuación de Madrid ante la crisis catalana.

En marzo de 2018, el Gobierno ecuatoriano suspendió las comunicaciones de Assange con el exterior argumentando que este incumplió el compromiso asumido a finales de 2017 "por el que se obligaba a no emitir mensajes que supusieran una injerencia en relación a otros Estados". 

Reuters

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