Los ‘herederos’ de ‘Vogue’ se casan en una ceremonia íntima y glamurosa

  10 Julio 2018    Leído: 710
Los ‘herederos’ de ‘Vogue’ se casan en una ceremonia íntima y glamurosa

Los herederos de las dos gurús más prestigiosas del mundo de la moda ya son marido y mujer. El fotógrafo italiano Francesco Carrozzini, de 35 años, hijo de la mítica directora de Vogue Italia Franca Sozzani, fallecida en 2016, y la periodista británica Katherine Bee Shaffer, de 30 años e hija de Anna Wintour, que dirige la edición estadounidense de la misma revista, se dieron el "Sí, quiero" el pasado sábado 7 de julio en una íntima y fastuosa ceremonia en Estados Unidos. A pesar de que son los hijos de dos iconos internacionales, los cachorros de Vogue han conseguido llevar su relación con discreción, lejos de los focos. Y también en esta línea han celebrado su boda.

Carrozzini, fotógrafo y cineasta, que vive a caballo entre Nueva York y Los Ángeles, contaba en una entrevista con Vanity Fair Italia —que se hizo en Palma de Mallorca, donde se encontraba para realizar una sesión fotográfica el pasado 30 de junio— cómo se originó la chispa entre ellos. Se conocieron en casa de él hace ahora 16 años. La había invitado para ver la película Deseo de una mañana de verano, de Michelangelo Antonioni. Aunque sus madres eran íntimas desde hacía mucho tiempo, ellos no se habían visto antes. Pero en ese momento no surgió el amor y no volvieron a verse hasta que hace dos años coincidieron en la alfombra roja de la gala del Met y ahí se enamoraron. "No sé que pasó, pero desde aquel momento salimos juntos", explicaba.

También cuenta lo que le enamoró de ella: "Es una persona muy generosa y yo también, aunque lo soy con mis amigos, no con todos. Ambos somos como nuestras madres, muy cerrados al principio, pero si después estás de nuestra parte somos muy leales". A eso se añade que han tenido en general una vida bastante similar, lo que hizo más fácil que empezara a nacer una afinidad entre ellos. Y de ahí, el amor. Algo que contaba con el total beneplácito de las madres de ambos. "Sirvió para acercarlas aún más", declara Carrozzini.

El joven también explica que llevan una vida en común tranquila y sencilla, "de retiro". "Yo viajo mucho y cuando estoy en casa, me quedo en casa. No hacemos muchas cosas glamurosas, vemos a sus amigos y a los míos, que ahora se están conociendo", dice.

El novio ya adelantaba en esa entrevista que sería una boda íntima, "con menos de 200 invitados, un grupo de comensales en el campo", en casa de ella. El lugar elegido para el enlace se conocía desde hace tiempo: una finca de la familia Wintour en Long Island, Nueva York. Un entorno natural paradisíaco, de 17.000 hectáreas, que también ha hecho las veces de plató de películas como Ciudadano Kane (1941), El Padrino (1972) o Crueles Intenciones (1999) . Charles Shaffer, el hijo mayor de la dama de la moda, también se casó allí en 2014. Y como entonces, también en esta ocasión la propia Anna Wintour se encargó de preparar la decoración y darle su toque personal.

Sin embargo, la lista de los comensales ha sido una de las grandes incógnitas del enlace. Entre los seguros se encontraban los fotógrafos Mario Testino y Bruce Weber y la actriz Dianna Agron, muy cercanos a la familia. El actor británico Colin Firth y su esposa Livia, que son amigos estrechos de la pareja, posiblemente tampoco faltaron a la celebración.

El otro gran enigma era el creador del vestido de la novia. Todos son especulaciones al respecto e incluso después del enlace todavía no hay ninguna certeza. Óscar de la Renta era íntimo amigo de Anna Wintour, y ya vistió a Elizabeth Cordry, la mujer de su hijo, en su boda, por lo que un vestido de su firma ganaba peso en las apuestas, pero se barajan todo tipo de opciones. Lo que está claro es que al elegido le ha tocado la lotería de la moda. Sí se sabe que en la fiesta las redes sociales estuvieron vetadas para los invitados, por lo que costará encontrar fotos del codiciado enlace.

No se han casado por la iglesia porque ella es laica; y ya hace unas semanas el novio dejaba caer que viajarían a Italia de luna de miel. "¿Donde quiere uno ir de luna de miel sino a Italia?", dijo. También confirmó que no se habían casado en el Bel Paese porque allí hay "demasiados paparazzi". Y confesaba que les gustaría vivir en su tierra natal algún día, en algún lugar pequeño como Portofino, donde él tiene una casa a orillas del mar.

El pais.es


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