Sin embargo, la tregua no se extenderá a las fuerzas extranjeras en el territorio afgano, según la declaración que se hizo pública el 9 de junio.
El documento dice que "todos los muyahidines deberán parar las operaciones ofensivas contra la oposición interna a lo largo del país durante los primeros tres días siguientes al Eid al-Fitr".
"Si son atacados, podrán oponer fuerte resistencia", añade la nota.
El alto el fuego fue declarado dos días después de que el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, ordenara suspender las operaciones contra los talibanes del 12 al 19 de junio.
El 4 de junio, más de 2.000 doctores de la ley islámica, los llamados ulemas, emitieron un edicto que declara ilegítima la guerra en curso en Afganistán e insta a los talibanes a aceptar el diálogo con el gobierno.
Mientras dure la tregua con los talibanes, las fuerzas afganas seguirán atacando a Daesh y otros grupos terroristas, según el anuncio gubernamental.
La Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (Unama) estima que 763 civiles murieron y 1.495 resultaron heridos en los primeros tres meses de 2018 como resultado del conflicto en Afganistán.
Los talibanes son responsables del 67% de estas víctimas, según la Unama.
Reuters
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