El militar retirado se habría disparado con una pistola en el pecho mientras su familia estaba en otra habitación de la casa en la que residían, informa el comunicado de la Policía.

Voloshin no falleció de inmediato, pero la ambulancia que se desplazó hasta su vivienda no pudo trasladarlo al hospital a tiempo, detallan los medios ucranianos.

Los familiares del expiloto confirmaron que últimamente "se sentía deprimido y tenía ansiedad".

El nombre de Voloshin figura en el testimonio de un exmilitar ucraniano que declaró frente al Comité de Investigación de Rusia en las pesquisas de la catástrofe del vuelo MH17 de Malaysia Airlines en 2014. Según su declaración, Voloshin podría ser el culpable del derribo.

Ucrania, no obstante, rechazó estas acusaciones, aunque confirmó que el piloto sirvió en el Ejército del país eslavo. Según Kiev, Voloshin no realizó ningún vuelo el día de la catástrofe.

Los periodistas ucranianos han especulado con que el último trabajo de Voloshin puede estar detrás de sus problemas psicológicos. Tras retirarse del Ejército por razones familiares, el expiloto trabajó como director en funciones del aeropuerto de Nikoláev, donde se encargaba de la reconstrucción de la infraestructura.

Los medios ucranianos apuntan a que en plenas obras de reparación, el proyecto tuvo que hacer frente a una escasez de fondos y finalmente se detuvo, algo que afectó negativamente al estado de ánimo del exmilitar.

El 17 de julio de 2014, el vuelo MH17 de la compañía Malaysia Airlines que se dirigía de Ámsterdam a Kuala Lumpur fue derribado por un misil y cayó en la provincia de Donetsk, en el este de Ucrania, una zona sacudida por los enfrentamientos entre las tropas del Gobierno ucraniano y las milicias secesionistas de la región.

Las 298 personas que se encontraban a bordo del aparato, en su mayoría ciudadanos holandeses, fallecieron a causa del impacto.

Tanto las milicias como el Ejército ucraniano niegan su implicación y se acusan mutuamente del suceso. Sputnik

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