Durante el último día, según él, resultaron heridos 21 agentes en los disturbios.
Los manifestantes, añadió, causaron daños a una decena de vehículos y prendieron fuego a la vivienda de un agente en Kasserine, cerca de la frontera con Argelia.

Chebeni indicó sin embargo que los casos de vandalismo y violencia fueron a menos en la noche del 10 al 11 de enero en relación con los días anteriores.

Durante la noche del 9 al 10 de enero, recuerda la emisora, fueron detenidas 237 personas. Medio centenar de policías sufrieron heridas en los enfrentamientos con los manifestantes.

El desempleo, una subida generalizada de los precios y los impuestos y las medidas de austeridad previstas en la ley de presupuestos de 2018 detonaron a principios de enero las protestas en una decena de ciudades tunecinas.
Las protestas provocaron la muerte de al menos una persona en la ciudad de Teburba, en el norte del país.

El 5 de enero, el presidente tunecino, Beji Caid Essebsi, reunido con representantes de partidos políticos y sindicatos, pidió paciencia a los ciudadanos y aseguró que las medidas adoptadas son necesarias para restablecer el equilibrio en las arcas públicas y atraer inversiones extranjeras.

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