La pesquisa "no reveló pruebas sólidas de actividades de servicios secretos extranjeros contra Alemania o de otros delitos penales", dice la nota.
Según el texto, la ausencia de pruebas correspondientes fue confirmada por el comité especial parlamentario del Bundestag, la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (contraintelegencia), la Oficina Federal para la Seguridad Informática y por los operadores del nodo neutro principal de Alemania, el DE-CIX en Francfort del Meno.
"El llamado caso de (Edward) Snowden no presentó pruebas concretas de las actividades de espionaje reales de la Agencia de la Seguridad Nacional de EEUU (NSA) en Alemania o contra Alemania", indica la nota.
El comunicado explica que los documentos filtrados por el exanalista de la NSA "describen los métodos y las capacidades de los servicios especiales de EEUU", pero estos "ya fueron conocidos por la contraintelegencia alemana como técnicamente viables".
La contraintelegencia alemana "no reveló prueba alguna de que esos métodos fueran dirigidos contra Alemania", destaca la declaración de la Fiscalía General al precisar que los documentos filtrados por Snowden "no contienen información concreta sobre acciones de espionaje".
En junio de 2013, Snowden filtró a los periódicos The Washington Post y The Guardian archivos clasificados sobre los programas globales de cibervigilancia de EEUU y Reino Unido.
Las filtraciones de Snowden destaparon las escuchas ilegales por parte de los servicios secretos de Estados Unidos a la canciller alemana Angela Merkel.
En octubre del mismo año Berlín informó que tenía información de que un teléfono móvil de Merkel probablemente había sido espiado por Washington, y más tarde las autoridades alemanas iniciaron una investigación al respecto.
El estadounidense huyó de su país a Hong Kong y luego se refugió en Moscú, donde pasó varias semanas en la zona de tránsito del aeropuerto de Sheremétievo, hasta recibir en agosto de 2013 el asilo por un año.
En agosto de 2014, Rusia le otorgó el permiso de residencia por tres años y más tarde lo extendió hasta 2020, lo que le permite viajar por el país y al extranjero.
Snowden enfrenta en su país hasta 30 años de prisión por espionaje y robo de propiedad del Gobierno.
Sputnik
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