El jefe del Gobierno ucraniano explicó, en particular, que el bloqueo privó a Kiev "del acceso a los recursos naturales (de Donbás) lo que provocó grandes problemas en el sector de la energía".

Groisman señaló que en el último trimestre de 2016 en Ucrania se observó el crecimiento económico del 4,7%, mientras en todo el año pasado fue del 2,2%, y para superar el 3% previsto para 2017 "es necesario ocupar una posición que favorezca al Estado y no echar agua al molino de nuestros enemigos que buscan debilitarnos económicamente".

Además, "del PIB depende también la financiación del Ejército, por desgracia no todos lo entienden, por desgracia, este bloqueo va en contra del Estado ucraniano", afirmó Groisman.

El Consejo de Seguridad y de Defensa Nacional de Ucrania (CSDN) anunció el 15 de marzo la suspensión del tráfico de mercancías entre las repúblicas rebeldes de Donbás y el resto de Ucrania, hasta que Kiev recupere los territorios controlados por las milicias.

La suspensión del transporte de cargas a través de la llamada línea de contacto oficializó el bloqueo que activistas —exparticipantes de la operación militar en Donbás, entre ellos diputados del Parlamento ucraniano— mantenían desde enero en el ferrocarril Lugansk-Lisichansk-Popasnaya.

Los promotores del embargo habían calificado de ilegal el comercio con las repúblicas rebeldes, y de contrabando, el flujo de mercancías entre estos territorios y el resto de Ucrania.

El bloqueo provocó el paro de algunas empresas y cortes en el suministro de hulla, por lo que las autoridades de Ucrania se vieron obligadas a decretar medidas de austeridad en el sector energético.

Por su parte, las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk anunciaron el 1 de marzo que toman bajo su control decenas de empresas no residentes, para que puedan funcionar.

Sputnik

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