Están en una situación difícil los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Arabia Saudí y Egipto que empezaron a imponer un embargo a Qatar el pasado 5 de junio.

Los cuatro países buscan un remedio para salir de la crisis luego de la política determinada y eficiente de la administración de Doha.

Previamente Qatar rechazó una lista de 13 peticiones presentada por los países restrictivos y los mismos habían ofrecida una lista de 6 artículos fundamentada en la “lucha contra el extremismo”. Qatar rechazó también esa lista.

El embajador de Arabia Saudí ante la ONU, Abdullah al-Muallimi, al declarar en nombre de los cuatro países, señaló que no pensaba que ocurriera una dificultad en la aceptación por Qatar de la nueva lista. Al-Muallimi aseguró que sería fácil obedecer estas resoluciones relativas al contraterrorismo.

El diplomático saudí reiteró que no haría falta clausurar la televisora Al-Jazeera y dio la señal de cambio en la posición de los cuatro países: “Lo esencial es que lleguemos a un acuerdo sobre los principios”.

La crisis de Qatar inició el pasado 5 de junio cuando los cuatro países suspendieron sus relaciones diplomáticas acusando a ese país de respaldar el terrorismo.

Los cuatro países presentaron una lista que solicitaba la clausura de la base militar turca en Qatar, la congelación de las relaciones con Irán y la clausura de Al-Jazeera.

Doha anunció que no aceptaría ninguna petición incompetente con el derecho internacional.

TRT

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