Cabral gobernó el estado de Río de Janeiro entre 2007 y 2014 y pertenece al oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño, la misma formación del exalcalde de Río y del actual presidente brasileño Michel Temer.
El exgobernador de Río de Janeiro está preso desde noviembre del año pasado presuntamente por enriquecerse a costa de obras públicas con presupuestos inflados artificialmente junto a las empresas constructoras.
Muchos de esos proyectos están relacionados con los Juegos Olímpicos, como la reforma del estadio de Maracaná o la construcción de una nueva línea de metro para acercar el centro de la ciudad al parque olímpico.
Cabral fue recientemente condenado a 14 años y dos meses de cárcel por el juez encargado de la Operación Lava Jato, Sérgio Moro, pero está negociando con la Justicia para obtener beneficios penales a cambio de aportar información sobre la trama corrupta.
En marzo el periódico francés Le Monde publicó que la Justicia de Francia averiguó que un empresario brasileño muy próximo a Cabral depositó al menos 1,5 millones de dólares en la cuenta de uno de los hijos del entonces presidente de la Asociación Internacional de las Federaciones de Atletismo, Lamine Diack.
La transferencia de dinero se produjo en octubre de 2009 en Copenhague, tan solo tres días antes de que se escogiera la ciudad sede de los Juegos de 2016.
Río de Janeiro fue la elegida en una disputa con Chicago, Tokio y Madrid; la ciudad brasileña se impuso a la capital española por 66 votos frente a 32.
La Operación Lava Jato arrancó en 2014 como una investigación sobre desvíos en la empresa brasileña semiestatal Petrobras y con el tiempo destapó un esquema de corrupción del que se beneficiaron exdirectivos de la compañía petrolera, empresarios y políticos de prácticamente todo el arco parlamentario.
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