Víctima del franquismo: "Vamos a resquebrajar los muros de la impunidad"

  22 Junio 2017    Leído: 552
Víctima del franquismo: "Vamos a resquebrajar los muros de la impunidad"
Las acciones judiciales contra el franquismo permitirán resquebrajar los "muros" de la impunidad sistematizada y restaurar la dignidad en el ámbito institucional de unos represaliados cuya memoria se niega a morir, explicó Luis Suárez-Carreño, antiguo militante de la Liga Comunista Revolucionaria (LCR).
"Con este acto se van a resquebrajar los muros de impunidad, los techos de hormigón que se construyeron durante la edificación del llamado "Régimen del 78", afirmó Suárez-Carreño en rueda de prensa tras presentar la querella contra el torturador "Billy el Niño" y otros miembros de la policía franquista.

A su modo de ver, la transición a un sistema democrático sin juzgar a los responsables de la dictadura fue "un acto de cesión" que permitió al régimen franquista "sobrevivir en las instituciones de este país".
Por ello, prosigue, la Justicia española negó hasta el momento la posibilidad de reparar a las víctimas.

"Tendremos una democracia imperfecta hasta que consigamos hacer justicia respecto a esos crímenes; solo a partir de ahí nuestro país podrá empezar a recuperar la dignidad", aseguró.

Según explicó el querellante, los hechos concretos reflejados en la denuncia se refieren a los interrogatorios a los que fue sometido tras ser detenido en 1970 y 1973.

En su primera detención, Suárez-Carreño fue acusado de tener documentos comunistas y en la segunda ocasión fue denunciado como dirigente de la LCR después de que un compañero le diese su nombre a la Brigada Político Social franquista.
"Se sabía que si caías en las manos de la Brigada Político Social ibas a sufrir todo tipo de violencia", relata Suárez-Carreño.

En sus dos detenciones, este militante comunista recuerda haber sufrido "torturas físicas y psicológicas" ya que, además de ser agredido, los inspectores amenazaron con matar a su esposa.

"Me tuvieron tres días en la cárcel en los cuales me pegaron y me agredieron violentamente", recuerda.

El querellante explica que durante sus estancias en la cárcel prácticamente no durmió porque le trasladaron de los calabozos a las salas de interrogatorios de manera constante para "agotarle".
Este represaliado también recuerda que sus detenciones se produjeron en verano bajo un calor sofocante que las autoridades franquistas agravaron negándole la posibilidad de hidratarse y obligándole a vestir ropa de invierno.

Además de los golpes, las amenazas, la sed y el calor; las autoridades franquistas no le permitieron ver la luz del sol o consultar la hora, lo que agravó su estado de desorientación al no tener percepción sobre si era de noche o de día.

"Toda esa descripción de hechos es común a la gente que pasaba por la Dirección General de Seguridad, había una rutina de tortura sistemática que no siempre estaba destinada a obtener información: simplemente era la práctica habitual contra las personas que se oponían al régimen", señala.

Suárez-Carreño lamenta que durante los más de 40 años posteriores a la muerte de Franco "se haya intentado ocultar estos hechos".
"La justicia lenta no es justicia", apunta antes de lamentar que "muchas de las víctimas de Billy el Niño ya no van a poder obtener reparación".

A pesar de las dificultades, este militante contra la impunidad del franquismo se reafirma en su voluntad de luchar hasta el último momento para que se haga justicia porque "los hechos no desaparecen y la memoria no muere".

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