Los cuerpos de seguridad de Libia le habían vigilado durante un mes y medio por sus supuestos vínculos con el Estado Islámico, grupo terrorista proscrito en numerosos países, entre ellos Rusia.
En un interrogatorio Hashem Abedi reveló que estaba al tanto de que su hermano iba a atacar, pero no sabía dónde ni cuándo, según Dagdoug.
Hashem confesó conocer también cómo se había confeccionado la bomba y supuso que Salman la había hecho por su cuenta.
Dijo haber ayudado un poco a su hermano, sin ofrecer detalles.
El portavoz de las fuerzas antiterroristas afirmó que en la planificación del ataque del Manchester Arena estaba implicada una red.
Los hermanos Abedi llegaron a Libia el pasado 18 de abril. Salman partió el 17 de mayo, y se desconoce por el momento si viajó a Siria en esa ocasión.
En Trípoli fue detenido también el padre del supuesto terrorista suicida, Ramadan Abedi.
En una entrevista con Reuters, él negó que su hijo fuera un militante del Estado Islámico, grupo que reclamó el ataque.
Una explosión que se produjo el 22 de mayo por la noche a la salida de un concierto de Ariana Grande en el estadio Manchester Arena se saldó con 22 muertos, entre ellos 12 niños, y decenas de heridos, muchos de los cuales se encuentran en estado crítico. Una decena de personas todavía se dan por desaparecidas.
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