"Según demuestra la actividad de los terroristas en Siria e Irak, Afganistán, los trágicos sucesos en Londres, París, Bruselas y Estocolmo, el más reciente atentado en San Petersburgo, ningún país o región puede ser un islote de seguridad, nadie es inmune a los ataques terroristas, el mundo entero se está convirtiendo en un área del peligro global", dijo.

La amenaza terrorista, comentó, empezó a formar parte de la vida cotidiana, especialmente en las grandes ciudades.

"Al menos, los propios terroristas quieren convencernos de ello, así como aquellos que tratan de utilizar el terrorismo para sus fines", indicó.

Según Narishkin, "la inestabilidad internacional crecerá exacerbando los desafíos y las amenazas habituales y creando unas nuevas".

"Para superarlos es necesaria una acción concertada y enérgica de toda la comunidad internacional, esta cooperación debe realizarse tanto a través de los organismos diplomáticas e instituciones públicas como a través de los organismos policiales y de inteligencia", señaló.


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