Duterte también ordenó a las tropas filipinas matar a los radicales islámicos que se dieron a la fuga tras el ataque frustrado en la provincia de Bohol.
El presidente aseguró que, si un día las tropas filipinas pusieran ante él a un terrorista con vida, se comería "su hígado con sal y vinagre".
Rodrigo Duterte ganó las elecciones en mayo de 2016. Había prometido comenzar una lucha sin tregua contra el narcotráfico ilegal, la corrupción y el terrorismo.
Según la Policía, desde que Duterte asumió el cargo, cerca de 3.000 personas relacionadas con el narcotráfico o el consumo de las drogas han sido asesinadas en el país.
Sputnik
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